En CaféLab el café es un estilo de vida. Cada día mucha gente pasa por nuestras cafeterías viviendo en cada caso una experiencia distinta. Hay quien toma sólo un café rápido antes de trabajar; quien prefiere sentarse en la mesa y disfrutar del momento; quien, además del café, se deja tentar por postres y galletas; o quien se sienta en la barra para hablar con el barista.

Tomar café, cada vez más, se ha convertido en una parte fundamental de nuestro día a día. Incluso en un ritual que forma parte de nuestra cultura. Basta pensar en las incontables veces que invitamos a alguien a tomar un café juntos y en la conexión que se crea durante ese momento mágico en el que disfrutamos de una buena taza de café.

Hoy en día, en una taza de café no sólo buscamos la calidad del producto. Sino también una experiencia que acapara todos nuestros sentidos. El consumidor es cada vez más sensible a la forma de como el café se sirve, a su sabor, a su color y a como huele. Unas de las razones básicas de esta nueva exigencia, que se manifiesta particularmente en los jóvenes, son los cambios del modo de vida y de las costumbres.

 

LA EXPERIENCIA DEL CAFÉ SEGÚN EL NEUROMARKETING

Según los cíentificos de neuromarketing, los valores emocionales tienen un papel muy relevante a la hora de elegir un producto cualquiera. Y el café no iba a ser menos. Además, el consumidor actual está muy informado, por tanto, es más exigente. Muchas veces se interesa por las características de la infusión, en como se certifica su calidad y en donde se cultiva una determinada tipología respecto a otra.

Por esta razón, lo que intentamos hacer en CaféLab es ofrecer la mejor experiencia posible a nuestros clientes. Para ello, proporcionamos una gran variedad de sabores, aromas, texturas y tostaduras diferentes y además adaptamos nuestros productos a las preferencias de los consumidores para aportar una sensación de exclusividad. Porqué sabemos que lo más importantes es la calidad del producto, ¡pero las aparencias también cuentan!

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